domingo, 29 de mayo de 2011
Hija del capitalismo....
Durante mucho tiempo creí en la abundancia material. Creí que esa abundancia me daría la felicidad.
Y así me convertí en hija del capitalismo....
Ahora comprendo que la abundancia ha de ser material y espiritual, sino existe ese equilibrio inevitablemente voy hacia crisis personales.
Ahora me comprometo a ser consciente de donde invierto mi dinero, como reciclo, como actúo ante el abuso de poder, como invierto mi tiempo libre.
Aprendo del pasado, acepto no volver a dejarme llevar por una necesidad exterior sino interior.
Además me comprometo a buscar en mi aquello que puedo aportar para un bien común y dejar de consumir fuerza en la crítica.
Yo he formado parte del capitalismo, yo me responsabilizo de transformar ese vínculo.
Creo en la transformación más que en la reivindicación.
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